Si le preguntas a cualquier persona que no sea africana lo que generalmente asocia con este continente – al menos cuando una crisis como la actual epidemia de ébola no está capturando la atención de todos – probablemente mencionará el juego espectacular de África. Pero, ¿y si alguien tratara de argumentar que una parte mucho menos carismática de la diversidad biológica de África – en particular una gramínea forrajera poco fotogénica llamada Brachiaria – merece también especial atención por su potencial para generar grandes ganancias económicas para la región al tiempo que mejora el medio ambiente?
Es poco probable que el atractivo sutil de esta gramínea tropical inspire muchos documentales. Lo que sí logra es motivar a un grupo de científicos que trabaja en África oriental y central para promover las plantas a fin de mejorar la agricultura y los recursos naturales. El objetivo de los investigadores es brindar a los agricultores nuevas y más poderosas maneras de intensificar la producción agropecuaria de forma sostenible.
El alto crecimiento demográfico y la rápida urbanización están impulsando la demanda de alimentos, que son abastecidos en su mayoría por los llamados sistemas agrícolas “mixtos”. Estos sistemas, que combinan cultivos y crianza de animales, brindan medios de vida para la mayoría de la población rural de la región. No obstante, los sistemas agrícolas mixtos tienen muchos problemas, que evitan mantener el ritmo con la creciente demanda de alimentos. La producción de leche y carne en especial es refrenada por la falta de alimentos pecuarios de buena calidad.
Gran parte de las investigaciones ha demostrado que varias gramíneas y leguminosas tropicales pueden contribuir a superar la escasez de alimento animal, mejorando la nutrición del ganado y elevando los ingresos de la finca, aportando a su vez a la fertilidad del suelo y reduciendo la erosión. Sin embargo, durante muchos años, fue lento el progreso en explotar el potencial de las plantas forrajeras. Trabajos más recientes – enfocados en las gramíneas Brachiaria que se originaron en África pero posteriormente fueron mejoradas en América Latina – ha preparado el camino para integrar estos y otros forrajes tropicales superiores en sistemas agrícolas mixtos a gran escala.
.@AgroBioDiverse More on Brachiaria from the @BecAHub blog: ‘Africa’s super grass’ http://t.co/G0OJvh7996 — Susan MacMillan (@SusanMacMillan) October 30, 2014
Brigitte Maass, científica del CIAT especialista en forrajes, junto con otros ocho científicos en la región prepararon recientemente una breve reseña de alentador progreso con la introducción de gramíneas Brachiaria de alto rendimiento en un docena de países africanos. De todos los esfuerzos que describen, el más exitoso fue menos motivado por el conocido valor de la Brachiaria como alimento animal y más motivado por otra importante función de la gramínea que científicos del CIAT nunca imaginaron.
Hace algunos años, entomólogos del Centro Internacional de Fisiología y Ecología de los Insectos (icipe), con sede principal en Nairobi, Kenia, determinaron que la Brachiaria sirve bastante bien como cultivo “trampa”, al atraer y ayudar a la destrucción del gusano barrenador del tallo, una plaga devastadora de insectos del maíz y otros cereales. Para este fin, los científicos incorporaron la gramínea en una tecnología innovadora para la producción agrícola llamada “empujar-jalar”.
Es la creación del entomólogo de icipe Zeyaur Khan, quien ha refinado meticulosamente y promovido incansablemente la práctica desde que él y sus socios la desarrollaron por primera vez durante mediados de los noventa. La tolerancia de la Brachiaria a la sequía ha hecho que la versión más reciente del sistema de empujar-jalar sea climáticamente inteligente, permitiendo así su extensión hacia áreas más secas. Superficialmente, todo está en orden y simetría dentro del sistema de empujar-jalar. Pequeñas parcelas de maíz y sorgo están rodeadas por todos lados de unas cuantas hileras de gramínea Brachiaria. Los agricultores siembran una leguminosa forrajera, Desmodium de Hoja Verde, entre las hileras de cereales. Sin embargo, detrás de bambalinas, las cosas se ponen difíciles. El Desmodium destruye la maleza parásita Striga, otra plaga importante que ataca a los cereales, al tiempo que empuja al gusano barrenador del tallo hacia químicos volátiles que repelen la plaga de insectos. Entretanto, la Brachiaria atrae químicamente al gusano barrenador para que se acerque y ponga sus huevos, mientras simultáneamente llama a sus enemigos naturales para destruir las plagas.
Around 30,000 farmers have adopted Brachiaria with the climate-smart push-pull method in 4 African countries http://t.co/38TdLg0JtJ — CIAT (@CIAT_) October 29, 2014
Más de 30.000 pequeños agricultores en Kenia, Etiopía, Tanzania y Uganda han adoptado la versión climáticamente inteligente del sistema empujar-jalar. Están sumamente complacidos con el tremendo impulso en los rendimientos de leche que obtienen de alimentar al ganado con Brachiaria y también con la desaparición de los gusanos barrenadores del tallo y la Striga.
Este último punto es lo que en primer lugar atrajo la atención de “Mamá” Sarah Obama, la abuelastra del presidente de los Estados Unidos Barack Obama. Ella vive en la aldea de K’ogelo en el distrito de Siaya, la ancestral tierra natal del padre del presidente. En una conversación con Zeyaur Khan hace muchos años, Mamá Sarah compartió su preocupación por la Striga, que ella advirtió “está destruyendo los medios de vida del pueblo de Luo”. Después de que Khan explicó cómo el sistema empujar-jalar expulsa a la Striga, ella decidió introducir el enfoque en un campo de maíz de media hectárea a la entrada de su propiedad, que recibe literalmente buses llenos de visitantes cada semana. Con su aviso metálico de color azul pálido que identifica la parcela de empujar-jalar como propiedad de Mamá Sarah, esta debe ser la parcela de demostración agrícola más visitada en Kenia, si no es que en toda África.