Fríjoles al rescate en Madagascar

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Las cafeterías escolares ayudarán a atraer y mantener a los estudiantes en el aula de clase y a mejorar sus resultados. Crédito: Stephanie Malyon / CIAT.

Madagascar es conocido por sus soleadas playas y por el buceo. Lo que muchos probablemente desconocen es que también se encuentra entre los países menos desarrollados del mundo. Nueve de cada diez malgaches viven por debajo de la línea de pobreza, según un informe de 2013 del Banco Mundial. Y la crisis política que golpeó al país entre 2009 y 2013 también afectó a la economía, aumentando la pobreza y la marginación.

La mitad de los niños malgaches están raquíticos debido a la desnutrición crónica y a deficiencias severas de micronutrientes. Para combatir este problema, un equipo liderado por la Oficina Nacional de Nutrición (ONN), con la participación de varios ministerios, está lanzando un ambicioso programa en todo el país.

Dos pájaros de un solo tiro

El nuevo programa involucra la recuperación del sistema nacional de alimentación escolar, que fue abandonado en 2009 debido a la crisis política. Un piloto de 5 meses se llevó a cabo en una escuela primaria en la capital, Antananarivo, durante 2013 para demostrar el impacto potencial en la nutrición infantil.

Durante el piloto, los estudiantes recibieron un nutritivo desayuno tres mañanas a la semana que consistía en una colada (porridge) producida en la localidad especialmente para la cafetería escolar y compuesta de 40% de harina de fríjol, 28% de harina de maíz, 17% de harina de soya, 15% de azúcar y vitaminas y micronutrientes agregados. Los resultados demostraron mejorías en el peso de los niños, así como una reducción sustancial en el ausentismo escolar – de un promedio de 10 días al mes a tan solo 2 días.

“Dody Rasoahoby, directora de educación nacional en la región de Analamanga, dijo: “Los estándares de vida son muy bajos en Madagascar, y los niños van a la escuela sin desayunar. Las cafeterías escolares realmente nos ayudarán a atraer y mantener a los estudiantes en el aula de clase”.

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Los funcionarios comunitarios para la nutrición sensibilizan a las familias acerca de temas relacionados con vacunas, higiene y nutrición. Crédito: Stephanie Malyon / CIAT.

Rodah Zulu, especialista del CIAT en nutrición con sede en Malawi, explicó, sin embargo, que para realmente combatir la desnutrición y el raquitismo, la intervención debe hacerse durante los primeros mil días de vida, es decir, entre la concepción y los 2 años.

El programa nacional también involucra la creación de centros comunitarios de nutrición, en donde se organicen actividades para informar y apoyar a las familias, y especialmente monitorear a las madres y a los niños pequeños menores de 2 años de edad. Allá, las familias aprenden sobre vacunación, higiene y nutrición, e igualmente acerca de cómo cultivar una huerta y preparar comida nutritiva. Existen más de 6.000 de estos centros en todo el país.

¿Por qué los fríjoles?

En la dieta tradicional malgache, predomina el arroz. Los fríjoles complementan nutricionalmente el arroz y se siembran ampliamente en rotación con este cultivo en Madagascar.

La variedad de fríjol de semilla roja moteada (CAL98) que se utilizó en el piloto es conocida por su alto contenido de proteína, hierro y zinc, que tanta falta hacen en la dieta de los malgaches. En el futuro, socios del programa de nutrición de Madagascar planean reemplazar la CAL98 por una variedad biofortificada, es decir, una variedad con un contenido incluso mayor de hierro y zinc. Estos fríjoles son el resultado de investigaciones realizadas dentro del Programa HarvestPlus de CGIAR, en colaboración con la Alianza Panafricana de Investigación en Fríjol (PABRA), que es coordinado por el CIAT y al cual pertenece Madagascar a través de su Centro Nacional de Investigación Aplicada al Desarrollo Rural (Fofifa, por su acrónimo malgache). En 2014, Fofifa importó 45 variedades de fríjol a través de PABRA para pruebas y seleccionó 20 que actualmente son sometidas a ensayos en múltiples sitios para asegurar que crezcan bien en Madagascar.

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El Centro Nacional de Investigación Aplicada al Desarrollo Rural de Madagascar (Fofifa) está realizando pruebas para seleccionar variedades nuevas y biofortificadas de fríjol que puedan crecer bien en Madagascar. Crédito: Stéfanie Neno / CIAT.

 “Modeste Second Volombola, investigador en el Departamento de Investigación en Agronomía de Fofifa dijo: “Si alguna de las variedades recientemente introducidas resulta ser superior a la CAL98, la podemos usar en el futuro para las cafeterías escolares. Si no, nos quedaremos con CAL98”.

Con planes de implementar las cafeterías escolares a nivel nacional, Fofifa y agricultores socios ya están preparados para proporcionar a la ONN fríjoles de la variedad CAL98 en cantidades suficientes. Las agricultoras Rodine y Roselyne, por ejemplo, recibieron cada una 600 gramos de semilla de CAL98 de Fofifa en 2006. Luego, ellas multiplicaron y empezaron a vender semillas certificadas a compañías locales de semilla para crear un mercado para el producto. Esta actividad, junto con la producción de huevos, permite que las dos mujeres complementen los ingresos de sus esposos, quienes trabajan como conductores en la ciudad.

“Estoy muy contenta de que la ONN eligiera usar fríjoles para el programa de alimentación escolar”, cuenta Rodah Zulu del CIAT. “Esto no solamente beneficiará a los estudiantes sino también a los pequeños agricultores de Madagascar. Mejorará sus ingresos e indirectamente también la nutrición infantil en las zonas rurales”.

Acelerando la marcha

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El programa de alimentación escolar puede mejorar la nutrición infantil y también la asistencia y el desempeño en la escuela por parte de los estudiantes. Crédito: Stephanie Malyon / CIAT.

Mihoby, 9, quien asiste a la escuela Ampasandratsarahoby en Antananarivo, quiere ser doctora cuando crezca. Su clase favorita es ciencias. Gracias al programa de nutrición, aprendió que la comida contiene micronutrientes que son esenciales para el crecimiento y la salud. Incluso aprendió cómo cultivar verduras en la huerta escolar.

Los socios en esta iniciativa desean brindarle a Mihoby y a todos los estudiantes en Madagascar la oportunidad de estudiar en mejores condiciones, de alcanzar sus sueños y contribuir al desarrollo de su país. Hoy día es cuestión de encontrar los fondos necesarios para implementar el programa de alimentación escolar en todo el país.