En una operación aguijón para combatir especies de plagas invasivas en Asia, investigadores liberaron alrededor de 3.000 diminutas avispas parásitas en Indonesia durante septiembre de 2014. La operación de control biológico es parte de un mayor esfuerzo regional para acabar con una plaga que está devastando la yuca en el sureste de Asia.
La yuca es un cultivo clave en Indonesia, uno de los principales productores de yuca del mundo. Más de 1 millón de hectáreas de yuca son sembradas cada año, la mitad de la cual es directamente consumida como alimento de primera necesidad. El cultivo también se utiliza en la industria del almidón para elaborar productos tan diversos como madera contrachapada, papel, endulzantes y farmacéuticos, proporcionando de esta manera un importante mercado y fuente de ingresos para los pequeños agricultores.
No obstante, el piojo harinoso rosado de la yuca (Phenacoccus manihoti) – una de las plagas de la yuca más destructivas del mundo – se ha propagado por toda la región, devastando el segundo cultivo principal de primera necesidad de Indonesia después del arroz, poniendo en peligro los medios de vida basados en la yuca, la seguridad alimentaria y la industria almidonera.
“La yuca apoya directamente a millones de pequeños agricultores en Indonesia y ha gozado de un período de estar relativamente libre de plagas de ciertas amenazas”, dijo Aunu Rauf, profesor de entomología agrícola en la Universidad Agrícola de Bogor en Indonesia, que colidera la liberación de las avispas junto con el CIAT y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Sin embargo, actualmente las plagas ya nos han dado alcance”, agregó.
“Debemos tomar medidas rápidas y ambientalmente inteligentes para asegurar la protección de los medios de vida, y que la seguridad alimentaria de Indonesia no se vea en peligro. Si no actuamos ahora, esto podría ser un golpe fuerte para la industria de la yuca del país y para los millones de agricultores que dependen de este cultivo para sus ingresos”, aseguró.
El piojo harinoso rosado de la yuca es capaz de reducir los rendimientos de la yuca hasta en un 84%. Fue reportado por primera vez en Tailandia en 2008 y posteriormente se propagó por toda la subregión del Gran Mekong.
Wasp ‘SWAT team’ to the rescue of Indonesian cassava crop: Jakarta (AFP) – An quot;eco-friendly SWAT teamquot;… http://t.co/ytEqa8Ns60 — News from Indonesia (@Indonesia_News) September 24, 2014
Las diminutas avispas Anagyrus lopezi de 2 milímetros depositan sus huevos dentro del piojo harinoso. Las larvas que salen de los huevos consumen los piojos harinosos desde adentro, momificando y matándolos lentamente. La primera etapa de la liberación dentro de una jaula confinada en un campo infectado permite a los investigadores asegurar que las avispas se adapten a condiciones locales antes de proceder con una liberación en campo abierto.
Las avispas ya han comprobado su potencial económico en África subsahariana, en donde ahorraron un valor de US$20 mil millones en daños para la industria de la yuca y evitaron una crisis de seguridad alimentaria para millones de pequeños agricultores. La operación de liberación a nivel continental en la década de los ochenta excedió el costo de la investigación en un factor de más de 200.
Estas avispas no representan peligro alguno para humanos, animales u otros insectos y se alimentan únicamente del piojo harinoso de la yuca, según investigadores, y este método de control biológico es mejor que rociar los campos con pesticidas, lo que podría tener impactos ambientales desastrosos.
“La yuca es originalmente de América del Sur, así que tiene sentido que las plagas del cultivo provengan de allá también”, afirmó Kris Wyckhuys, entomólogo del CIAT. “Sin ninguna amenaza efectiva o enemigos naturales con quién enfrentarse, el piojo harinoso de la yuca ha vivido una vida de lujo, primero en África y ahora en Asia. Es tiempo de darle una mano a la naturaleza y enviar el parasitoide natural del piojo harinoso”, agregó.
Una red de investigadores liderada por el CIAT y socios regionales permanece a la vanguardia invirtiendo en kits de bajo costo para la rápida detección de patógenos, obteniendo al mismo tiempo perspectivas valiosas sobre la biología y ecología de amenazas no nativas de la yuca.
En todo el mundo, las especies invasivas se han convertido en una amenaza principal para las economías, sociedades y ecosistemas del planeta. Un grupo diverso y creciente de organismos invasivos está causando pérdidas de miles de millones de dólares en costos directos de manejo, además de ocasionar efectos sustanciales en el medio ambiente y el comercio.
“La operación aguijón le brinda a los productores de yuca de la región un alivio temporal de la plaga devastadora. De todas maneras, sabemos que esta amenaza no será la última”, señaló Wyckhuys. “Tanto los científicos como los agricultores deben avanzar continuamente en la ciencia de la producción y protección de los cultivos para seguir a la delantera de incluso el aparentemente inocente piojo harinoso”.
A largo plazo, el CIAT en conjunto con socios nacionales e internacionales, continuarán desarrollando variedades de yuca más resilientes y mejores sistemas de manejo integrado de plagas, así como medidas cuarentenarias para detener la propagación de plagas y enfermedades en la región.